miércoles, 6 de febrero de 2013

La publicidad durante la Segunda Guerra Mundial

La publicidad durante la Segunda Guerra Mundial

Con la Segunda Guerra Mundial, la industria se concentró en producir bienes para la guerra. Debido a que todo el material civil estaba sumamente racionado, muchas empresas recortaron su publicidad. Otras pensaron que, aun cuando no tenían mercancías, no estaban fuera de los negocios y querían conservar la buena voluntad del público, así que aplicaron los esfuerzos de su publicidad a prestar un servicio público.


En 1942, los líderes de negocios, de medios y de publicidad se reunieron para fundar el Consejo de Publicidad de Guerra. Su propósito era levantar el ánimo y comunicar la necesidad del sacrificio de los civiles.
 Entre los temas y los proyectos promovidos por el consejo estaba la conservación de productos, como el combustible, las grasas y los neumáticos.

Al terminar la guerra, el Consejo de Publicidad de Guerra podía informar que los anunciantes y los medios habían contribuido con unos 1,000 millones de dólares de espacio y tiempo para mensajes relacionados con la guerra. Se vendieron más de 800 millones de bonos de guerra, por un total de 35,000 millones; se sembraron 50 millones de jardines de la victoria.

El esfuerzo del Consejo de Publicidad de Guerra tuvo tanto éxito que el presidente Franklin D. Roosevelt pidió que éste perdurara para promover proyectos en tiempos de paz. En 1945, la organización se rebautizó con el nombre de Consejo de Publicidad y, todavía se sigue promoviendo una serie de causas sociales.
Entre 1940 y 1950, el gasto para publicidad se duplicó con creces y la televisión captó la atención de millones de espectadores a medida que el medio evolucionó de ser novedad a ser una institución social.
Para la década de 1960, el videocasete, la programación a color y mejores técnicas de producción hicieron de la televisión el principal medio de los anunciantes nacionales y cambiaron para siempre las revistas y las cadenas de radio como medios de publicidad.
La publicidad no sólo contribuyó con el crecimiento, sino que fue parte de él, pasando de un gasto de 5,800 millones de dólares en 1950 a 28,300 millones de dólares en 1975; es decir, un crecimiento de 490%. 


En 1956, el Departamento de Justicia determinó que las agencias de publicidad podían negociar sus tarifas con los clientes, en lugar de ceñirse a la comisión entonces requerida de 15% sobre todos losmedios colocados. 
 












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